martes, 17 de abril de 2012

NEIVA DEL VALLE DE LAS TRISTEZAS A LA TIERRA DE PROMISIÒN

LENIN TRUJILLO

“ UNA VISION COMPARTIDA NO ES UNA IDEA, NI SIQUIERA UNA IDEA TAN IMPORTANTE COMO LA LIBERTAD, UNA VISION ES UNA FUERZA EN EL CORAZON DE LA GENTE, UNA FUERZA DE IMPRESIONANTE PODER, Y POCAS FUERZAS HUMANAS SON TAN PODEROSAS COMO UNA VISION COMPARTIDA”


El reto de visualizar y plantear la Neiva que queremos los opitas para los años venideros, los desafíos de transformación ciudadana y un sinnúmero de aspectos que nos convocan en la celebración de los cuatrocientos años de historia de nuestra ciudad nos debe inicialmente llevar a reflexionar sobre la importancia de reconocer que el mundo de hoy es urbano, que la ciudad se convierte en el mayor destino de la humanidad, sin desconocer los esfuerzos que se deben hacer por mitigar los procesos de migración acelerados del campo a la ciudad. 

Quise traer a colación en mi escrito una reflexión (sobre la importancia de las urbes hoy en día) que hace en un artículo periodístico de un diario Regional Aldemar Macías Tamayo quien comenta que por primera vez en la historia de la humanidad por cada 5 habitantes en el planeta, 3 viven en asentamientos urbanos y en América Latina, como en Colombia, somos muchos más, 4 de cada 5.Por lo tanto de la manera como se piense y se intervenga la ciudad, está en juego un proyecto de sociedad y de Nación alrededor de más Democracia, Equidad y Solidaridad. Es decir sobre este espacio que junta a mucha gente y que rompe con la disgregación, están los mayores desafíos para la sociedad y el Estado por la apuesta de una mayor civilidad, en medio de todas las adversidades y los impactos en los patrones del desarrollo, porque en las ciudades no solamente se expresan procesos modernizadores, de cambios, de innovación, de esfuerzos por dignificar la existencia humana, sino que también en ella está presente la exclusión, la agresión, la insolidaridad y el individualismo extremo. Como lo expresa Jordi Borja, "la ciudad integra y margina. Y educa para la ciudadanía y también para la exclusión".

Teniendo en cuenta que el mundo de la ciudad es el encuentro entre desconocidos, entre anónimos, muy diferente a la vida de pueblo, donde todo el mundo se conoce, hay lazos de comunidad, pero también hace que la vida intima y privada sea más difícil de sobrellevar por el control social que se ejerce, "pueblo pequeño infierno grande", el desafío que enfrentan las ciudades y para que dejen de ser pueblos grandes, está en generar la posibilidad por el pluralismo, la diversidad, la autonomía y la convivencia en medio de desconocidos. Nada fácil cuando hay profundas raíces culturales que promovieron la discriminación y la intolerancia frente al pensamiento distinto y las profundas iniquidades en la parte social.
Ahora bien desde esa dimensión, Neiva no es aislada de esa realidad ya que más allá de ser una simple provincia es una ciudad y municipio colombiano, capital del departamento del Huila, en Colombia. Está ubicada entre la cordillera Central y Oriental, en una planicie sobre la margen oriental del río Magdalena, en el valle del mismo nombre, cruzada por el Río Las Ceibas y el Río del Oro. Como ciudad capital no escapa a las dinámicas de las urbes colombianas y mundiales.

El proceso de reconstrucción colectiva de Neiva futura, debe repensar los diferentes escenarios que tiene que ofrecer la ciudad en un proceso de transformación.  Muy seguramente en ese proceso nos vamos a encontrar frente a una gran diversidad de pobladores que desarrollan y gestionan sus iniciativas con logros y dificultades dentro del área urbana. Se trata pues, de reflexionar sobre las características y particularidades de los procesos y problemáticas que los ciudadanos neivanos viven en los entornos como son los barrios, las comunas y la ciudad, todos ricos en historias, de luchas, de organizaciones, de esperanzas y de angustias. 

Luego tras esas jornadas de reflexión sobre los cambios que se están dando en la sociedad moderna, las revoluciones tecnológicas a través de los medios de comunicación, el mundo de las imágenes, la crisis de referentes y paradigmas, los procesos de globalización en un mundo cada vez más urbanizado, la crisis de la vieja escuela que no se adapta a la nueva época, invitando a complejizar los procesos educativos y a pensar la ciudad como espacio pedagógico, se debe plantear a la Neiva del 2032.

De esta manera toman fuerza dos estrategias que quiero plantear para la transformación de la Neiva futura. 

La una desde el campo de la socialización y de construcción de convivencia, donde se "recupera la ciudad como un amplio espacio de socialización donde todos sus actores interactúan en un proceso permanente de educación y de intercambio de experiencias y saberes. De acuerdo con Paulo Freire, se trata de construir un espacio colectivo donde nadie educa a nadie, nadie se educa solo, sino que todos nos educamos en comunidad" Se trata de una propuesta donde los procesos de educación y socialización no se agotan en las instituciones tradicionales como la familia y la escuela, sino también el entorno que ofrece el mundo de la calle, del barrio, los espacios públicos, la comunicación, la religión, las organizaciones sociales, que reconstruyen normas de convivencia, reglas de comportamiento que estimulen a una vida saludable y a una ciudad más amable. Esta primera propuesta incorpora necesariamente estrategias de tipo cultural y simbólico, como la educación vial, la recuperación del sentido popular de las fiestas, la comunicación comunitaria, la recuperación de la memoria barrial y de la ciudad, apropiación de espacios públicos, educación ambiental, resolución pacífica de conflictos, entre otros.

Y la otra estrategia, teniendo en cuenta la apatía de la ciudadanía por lo público, la desconfianza en las instituciones, se propone un programa masivo de educación ciudadana para la democracia y el desarrollo paralelo de escenarios de deliberación y concertación como los presupuestos participativos en las comunas y corregimientos, devolviéndole el protagonismo a la ciudadanía en las decisiones fundamentales de la vida local y comunitaria. Cuando la gente no incide en los procesos, no se gana en sentido de pertenencia, ni en confianza y no se quiere lo que se tiene. A la ciudad hay que quererla para respetarla.

Ahora bien así como se ha avanzado en brindar condiciones de bienestar a muchos de los pobladores, se presenta la paradoja de tener a un importante número de ciudadanos viviendo en condiciones del siglo XIX. Debe existir una apuesta por la equidad, por transformar las profundas desigualdades sociales que deterioran las relaciones de convivencia en un territorio. Porque de nada sirve construir ciudades amables, bonitas con una buena oferta cultural pero con altos niveles de exclusión, contrariando la filosofía del movimiento de ciudades que dice que "todos los habitantes de una ciudad tendrán el derecho a disfrutar en condiciones de igualdad, de los medios y oportunidades de formación, entretenimiento y desarrollo personal que la propia ciudad ofrece" (Carta de Ciudades, Barcelona, 1998).

Por las anteriores ideas expuestas considero que los Neivanos debemos apostar  a tener una visión compartida de nuestra ciudad, solo de esta manera podemos participar y ejecutar el desarrollo de la misma. El involucrar a toda la comunidad neivana en ese proceso implica trabajar sobre los pilares que los mismos convocados proponen tales como:
La convivencia, la equidad y el respeto a la vida como condiciones insustituibles para la paz en la región.

Alto desarrollo humano de sus gentes, educadas en valores éticos y comprometidos con su desarrollo.

Integración regional y global para el aprovechamiento del valor agregado que permita ofrecer mejor calidad de vida.

Una base empresarial productiva diversificada, con alta tecnología, sustentada en el turismo y lo forestal.

La restauración, protección y disfrute de su patrimonio cultural y natural en armonía.

En esa dinámica en el 2032 Neiva se visiona como la ciudad que contará con infraestructura para el transporte y las comunicaciones, conectadas globalmente con servicios públicos a estándares mundiales como soporte a la producción y el desarrollo humano, será líder de la región Surcolombiana ante el mundo, aprovechando las ventajas comparativas geoestratégicas, con medios de comunicación responsables al servicio de la comunidad, gentes participativas, solidarias y comprometidas con el desarrollo regional. Un pueblo con visión regional que protege, restaura y disfruta su patrimonio natural y cultural, propiciando la articulación funcional y sostenible del territorio, posicionando una oferta de bienes y servicios ambientales en el ámbito Nacional e internacional.
Una ciudad líder en la gestión de recursos de capital para la ejecución de iniciativas sostenibles que estimulen el desarrollo social, epicentro de convivencia, equidad y respeto a la vida del sur colombiano, donde emerge una nueva institucionalidad democrática, de puertas abiertas al mundo; epicentro de paz, bienestar y desarrollo sostenible de la región Surcolombiana.
Que se caracterizara por sus organizaciones competitivas, sostenibles, articuladas regionalmente e integradas a los procesos de globalización, generando alta calidad de vida a sus habitantes.

En últimas quiero ver a Neiva como la ciudad líder en la región Surcolombiana con el soporte del sistema departamental de ciencia y tecnología, actuando de forma integral sobre la calidad de vida y la actitud de la población.
Ciudad líder en la región Surcolombiana desde todos sus sectores, generada  por una población que asume responsablemente la producción sostenible, su calidad de vida y la de su entorno. Neiva debe tener unos ciudadanos más comprometidos con los problemas de su región, que tenga la capacidad de reflexionar y solucionar los problemas de los diferentes sectores.
Un territorio pacifico, prospero y competitiv0, con gente educada en valores éticos y comprometida con su desarrollo. Su base productiva sea diversificada y su riqueza se sustente en lo forestal y el turismo, utilizando procesos que incorporen alta tecnología, valor agregado y cadenas productivas, con una amplia oferta exportable.
Una ciudad en las que las personas, instituciones y comunidades sean respetuosas de los derechos humanos y avancen unidas en la comprensión y solución de sus problemas, con  cooperación, solidaridad, equidad y creatividad que generen paz entre los seres humanos y armonía con la naturaleza.

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