martes, 17 de abril de 2012

MIRADA A EL TRAYECTO Y PROGRESO Y LO QUE ESPERAMOS DE NEIVA, CIUDAD EMPRENDEDORA Y PUJANTE

GINNA PAOLA TAPIERO CASALIMA
Con la llegada de los 400 años de Neiva, surgen unas determinadas preguntas sobre los procesos que se han adelantado en el municipio hasta el momento en lo social, económico, político, ambiental, cultural, entre otros, temas que configuran la imagen de la ciudad en la actualidad; además de interrogarnos ¿qué será de Neiva? o se podría decir ¿que realmente esperamos de Neiva, como ciudadanos de esta?
Para adentrarnos a estos interrogantes y responderlos sobre todo, es necesario conocer nuestro municipio a fondo, lo que realmente es, cual ha sido su trayecto, su origen, de donde viene su nombre, que es lo que nos destaca como neivanos, cuáles son nuestras riquezas naturales, entre otros aspectos que es indispensable conocer para llegar a la conclusión de si realmente estos 400 años hemos avanzado lo suficiente para ser una ciudad destacada y reconocida, o si necesitamos más pujanza y perspectivas para lograr una Neiva más desarrollada.

Primeramente conoceremos la historia de Neiva, capital del departamento del Huila, tiene una superficie de 1.533 Kms², su altura es de 442 metros sobre el nivel del mar y tiene una temperatura promedio de 28ºC. Neiva fue fundada inicialmente por Juan de Cabrera en 1539; sin embargo, fue destruida debido a los enfrentamientos entre aborígenes y conquistadores. En 1551, el español Juan Alonso la fundó nuevamente en el sitio donde hoy se encuentra Villavieja; de igual manera, fue destruida como su antecesora. Finalmente, el capitán Diego de Ospina y Medinilla la fundó en su ubicación actual, el día 24 de mayo de 1612[1].

Neiva está situada entre las bocas de las Ceibas y el río Loro, en el centro de una zona rica en petróleo, oro, plata, cobre, hierro, hulla y cal. Su historia ha estado íntimamente ligada al Tolima e Ibagué, tanto así que durante la colonia y primeros años de la República, los tres formaron parte de un mismo territorio. En 1814 la provincia de Mariquita se declaró independiente y estableció su capital en Honda. En 1824 esta provincia se organizó con los cantones de Honda, Mariquita, Ibagué y la Palma, territorios que hoy son parte de Tolima y Huila. En 1857 se crearon departamentos en vez de provincias y el territorio, que desde 1851 tenía ya como capital a Ibagué, se redistribuyó. En 1861 se creó el estado soberano del Tolima, con capital en Purificación y más adelante, en 1886, éste fue convertido en departamento, y en virtud de ello se creó el departamento del Huila con capital en Neiva[2].

El sistema hidrográfico del municipio comprende las corrientes que descienden por las vertientes de las dos cordilleras hasta el río Magdalena; entre ellos se destacan los ríos Baché, Cachichí, Cajones, Ceibas, Fortalecillas, Loro y Yaya.

El origen del nombre de Neiva tiene varias hipótesis. Sostienen algunos que fue dado por los españoles, dada su semejanza con algún lugar de Portugal o las Antillas.

Sin embargo, al parecer la palabra Neiva tiene un origen más universal: NEIVA O NIEVA, es el nombre de un río en la Rusia Occidental. También es el nombre de una aldea de Rusia, es el nombre de una aldea de Piamonte, el nombre de un río de Portugal NAYBE, significa culebra en lengua cuna, dentro de las crónicas de la conquista se lee “Hubo un famoso valle cuyo señor se llamaba Neiva y Juan de Castellanos, el gran cronista de la conquista Huilense, escribe “al fin fueron a dar a las llanuras de NEIBA que hallaron bien pobladas”.

También se asegura que los españoles le dieron este nombre por su semejanza con el valle de Neyba en Santo Domingo, igualmente en su libro El Huila y sus Aspectos, el historiador Joaquín García Borrero sugiere que el nombre de Neiva pudo provenir de Haití en donde los Españoles encontraron un río que los naturales llamaban NEYVE O NEYVA[3].
Siguiendo con la historia, Neiva aportó una cuota grande de patriotismo, de lucha y de mártires a la causa de la independencia. En cuanto se tuvo noticia de la revuelta ocurrida el 20 de julio de 1810 en Santa Fe, los neivanos no permanecieron quietos. Al contrario, se pusieron en movimiento en procura de sumarse a la revolución emancipadora. El corregidor Ladrón de Guevara fue depuesto del cargo, y el cabildo se dispuso a seguir las orientaciones impartidas por la Junta de Gobierno, desde la capital neogranadina.
El 18 de octubre de 1813 se registró el paso del precursor Antonio Nariño en su campaña al sur, a la cual se sumaron varios dirigentes neivanos y una considerable cantidad de tropa. Una vez conocidos los éxitos de Nariño, los patriotas neivanos se sintieron estimulados y a finales de 1813 convocaron el Consejo Revisor Electoral para elegir al presidente del Estado y romper, en forma definitiva, todo vínculo con la Corona Española.
En un hecho de dimensiones históricas, el 8 de febrero de 1814, fue proclamada la ruptura total y definitiva de la provincia de Neiva con España o cualquiera otra denominación. En el acta, anunciada por medio de bando, se estableció, entre otras cosas, que: “…repite y jura que el Estado de Neiva desconoce por rey a Fernando VII y a cualquier otro que se coloque en el trono de España y a toda autoridad que no emane inmediatamente del pueblo o sus apoderados o representantes…”. Tal acto de osadía y valor habrían de costarles a los patriotas neivanos su propia vida, la ruina de sus familias y toda clase de vejaciones. Cuando se produjo la reconquista comandada por el general español Pablo Morillo, fueron fusilados, entre otros, Benito Salas, Fernando Salas, José Díaz, José María y Francisco López, el doctor Luis García, Hermógenes Céspedes, José Miguel Montalvo, Rosaura Rivera, Dolores Salas, Martha Tello, Mercedes Loayza, Antonia Moreno.
El paso de la Colonia a la República, con excepción del cambio de régimen político, no significó una transformación notable en la vida de Neiva. Las costumbres de la gente seguían siendo casi idénticas a las de la época colonial. Pero a partir de mediados del siglo las revoluciones liberales abrieron las puertas a nuevas etapas del discurrir histórico. Un acontecimiento relevante fue la creación del Colegio Santa Librada, en 1849.
Otro suceso notable fue la creación del Estado Soberano del Tolima, con Neiva como su capital. El prócer de la Independencia, General José Hilario López fue el primer presidente del nuevo estado, y por ese entonces la ciudad registraba una población de 4.000 habitantes, un perímetro urbano de cuatro barrios con 600 casas la mayoría de las cuales tenía techos de paja.
Su condición de capital del Estado significó para la ciudad el florecimiento de su economía y la dinamización de la vida de la comunidad. Se abrieron fuentes de trabajo, de tal forma que los artesanos no daban abasto para atender la demanda y se pensó en la creación de industrias para la transformación de materias primas, tales como el algodón y el fique producidos en la región.
Se incrementó la producción de ganado para abastecer a Bogotá, y se fortaleció la exportación de cueros. La producción de cacao, tabaco y añil, y la explotación de caucho en los vecinos territorios del Caquetá y el Meta, permitieron el incremento de las exportaciones utilizando como vía el río Magdalena. Los grandes volúmenes de carga que se transportaban a lomo de mula y en champanes hizo pensar a los neivanos en la conveniencia de establecer la navegación de vapor, pero los intentos realizados tuvieron poco éxito, en razón de que las condiciones del Magdalena presentaban muchas dificultades.
La actividad bancaria comenzó en Neiva en 1849, con la creación de una Caja de Ahorros y más adelante, en 1880, fue instalado el Banco del Tolima y, por la misma época, surgió el Banco de Neiva.
El triunfo de la Regeneración liderada por el presidente Rafael Núñez, dio al traste con el sistema federal y significó un duro golpe para Neiva que vio esfumarse su floreciente proceso de desarrollo. El estado Soberano del Tolima pasó a ser el departamento del mismo nombre, y su capital fue trasladada a Ibagué. Neiva entró en una etapa de estancamiento y olvido, hasta cuando en 1905 fue constituido el Departamento del Huila y la ciudad retornó a su condición de capital, pero de un ente territorial más pequeño.
Otro golpe demoledor para Neiva, al igual que para todo el país fue la Guerra de los Mil Días que trajo ruina y desesperanza para las gentes de la época. Precisamente Neiva fue escenario de la Batalla de Matamundo, que se llevó a cabo en las calles de la población y su desarrollo final se dio en el llano, más allá del río del Oro. Este suceso sangriento tuvo lugar el 15 de marzo de 1900.
La modernidad se abría paso en la historia de nuestro municipio, el siglo XX trajo vientos de esperanza a los neivanos. No solo porque se daba comienzo a una nueva centuria sino también porque la pesadilla cruenta de la guerra de los mil días comenzó a quedar atrás, como un mal recuerdo. También porque, como se señaló, 1905 marcaba el inicio de una nueva etapa histórica al convertirse Neiva en capital de departamento[4].
Al concluir la primera década del nuevo siglo, el historiador de la época, don Gabino Charry, describía una imagen positiva, un tanto idílica, de la ciudad. Hablaba de una Neiva muy aseada, de calles anchas y rectas, cuyos edificios y casas en gran parte tenían techumbre de teja, con habitaciones cómodas, elegantes y muchas de ellas lujosamente amobladas. Relataba, así mismo, que la plaza principal estaba sombreada por hermosos árboles, adornada de jardines bien cultivados. Se refería, también, a obras de progreso de reciente construcción, tales como el puente de la carrera quinta sobre la quebrada La Toma y el puente Centenario sobre el río Las Ceibas. Hacía un inventario de profesionales en diversas áreas del conocimiento, y sobre diferentes negocios que imprimían movimiento a la ciudad. En su entusiasmo omitía, don Gabino, problemas tan reales como la falta de higiene por carencia de alcantarillado y redes domiciliarias de acueducto.
Pero había razones para el optimismo. En 1913 el líder político y social Reynaldo Matiz, apoyado por otros empresarios, produjo el milagro de la energía eléctrica para la ciudad, mediante la instalación de una planta movida por agua, localizada en el sitio donde hoy se encuentra el monumento a Los Potros. Con la energía fue posible establecer empresas tales como una trilladora, una fábrica de hielo, una sala de cine, una destiladora de licores, una fábrica de chocolate. Ya el telégrafo permitía la comunicación de Neiva con otras ciudades del país, poniendo término al aislamiento centenario; pero el transporte de pasajeros y de carga seguía siendo primitivo, a lomo de mula o en balsas y champanes por el río Magdalena. El ferrocarril era un sueño todavía lejano. En materia de educación, el Colegio Santa Librada se había consolidado y habían sido creados otros establecimientos educativos como los colegios de la Presentación y el Francisco Eustaquio Álvarez. Por iniciativa de Matiz, se habían establecido escuelas nocturnas para adultos, al tiempo que se había constituido la Sociedad de Obreros Libres de Neiva, uno de los primeros sindicatos creados en el país.
La violencia política que el país experimentó en la década de los años 50, afectó gravemente al departamento del Huila, y por ende a su ciudad capital. Fue un lapso terrorífico que produjo estancamiento, a tal punto que actividades populares tan entrañables, como las fiestas de San Juan y San Pedro, se vieron interrumpidas. Pero una vez superado este tramo amargo, Neiva y el Huila no fueron ajenos al fenómeno de aceleración de la Historia, registrado en la segunda mitad del siglo XX. En la segunda mitad de la centuria, se han sucedido en Neiva hechos de tanta trascendencia como la creación de la Universidad Surcolombiana, el establecimiento de la industria petrolera, la construcción de la Central Hidroeléctrica de Betania, la terminación de la Catedral de la Inmaculada, la construcción de la Terminal de Transportes, la construcción del Aeropuerto Benito Salas, construcción de modernos hoteles, edificación del Centro Cultural y de Convenciones José Eustacio Rivera, y muchas otras obras de infraestructura urbano .
El crecimiento urbano se dio luego de que la violencia de los años 50, diera origen al fenómeno social del desplazamiento de población campesina hacia los centros urbanos del país. Tal fenómeno se vio acrecentado como consecuencia de la modernización de las ciudades que se volvieron atractivas para la gente del sector rural, que emigró hacia ellas en busca de mejores condiciones de vida. Neiva, al igual que las demás capitales de departamento, sintió el impacto del desplazamiento y la migración, con la consecuencia de un crecimiento poblacional vertiginoso que demandó la construcción de nuevos barrios y dio lugar al surgimiento de asentamientos subnormales de gran pobreza, con todo lo que ello implica para el manejo de la ciudad. Ahora la capital del Huila tiene una población cercana a los 350.000 habitantes, cantidad lejanamente superior a los 105.501 que residían en el perímetro urbano en 1973.
Otro aspecto relevante es el crecimiento histórico; Desde la fundación en l.612, la ciudad adoptó la técnica española correspondiente seco tropical americano formando núcleos alrededor de una plaza central que agrupaba las principales edificaciones religiosas, civiles y educativas. Luego con la demarcación de retícula o esquema de cuadriláteros, basado en el sistema rígido ordenado por Carlos V para el trazado de las ciudades en las colonias Españolas, se agruparon las viviendas distribuidas en seis barrios: El Centro, San Pedro, Los Mártires, Cantarranas, Quebraditas y la Toma; su urbanismo se limita a calles adoquinadas bordeadas de casa chatas de gruesos muros de tierra pisada que resistían los terremotos y otros fenómenos físicos, de amplios aleros, ventanas generalmente estrechas, techos de alta inclinación en paja y teja de barro y grandes puertas de pesados bastidores[5].

En el siglo XX a partir de la década de los años treinta (30), la urbe inició un acelerado proceso de crecimiento, fenómeno común a todas las ciudades del país donde el proceso económico, el aumento de la población, una mayor cultura, etc., produjeron un cambio en los modelos urbanísticos en que la disposición rígida de cuadrícula, aplicada sin discriminación a terrenos de todas las condiciones topográficas, ambientales y técnicas, cedió al urbanismo que se adaptaba a la topografía, construyéndose vías que unen asentamientos urbanos importantes, cuyos cruces se valoran por glorietas, monumentos o edificios.

Neiva empieza a crecer urbanísticamente sobre la década de los treinta a los cincuenta a un ritmo más elevado. Su crecimiento espacial tiene un incremento de 142 hectáreas en sentido este para 1930, en 1950 su extensión en sentido noroeste alcanzo 609 hectáreas, esto se puede explicar con el crecimiento de la población que para 1920 estaba en 29.938 y para 1951 estaba en 50.954.
A pesar del crecimiento de la ciudad en espacios también están los hechos de tipo social y psicológico que resultan ineludibles en cualquier proyecto de construcción ciudadana. Como lo es la estructura de la ciudad o servicios públicos, es evidente el afán de la población por un crecimiento definitivo en este sentido, más que todo en los niveles de sanidad de la ciudad.

En fin, las necesidades e intereses de la comunidad neivana, abordada desde 1930 en lo que respecta a lo social y proyectos de alto impacto urbano, se basa en la interminable problemática que desatan los servicios públicos en la ciudad.

Respecto a las fundaciones, Habiendo acordado con el conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada la jurisdicción de estos territorios, el adelantado Sebastián de Belalcázar, ordenó al capitán Juan de Cabrera la fundación de la ciudad, hecho que se realizó unos pocos kilómetros arriba del área urbana de Campoalegre, en el sitio conocido antiguamente como “LAS TAPIAS”, en el llano del oriente en la margen derecha del mismo río, lugar conocido hoy como NEIVA VIEJO, dominio de los indios TAMAS, en el año de l.539.

Once años después en l.551, la ciudad fue destruida por los indios, siendo trasladada por el Capitán Juan Alonso, encargado de su gobierno, al lugar que hoy ocupa la ciudad de Villavieja, segunda fundación que fue destruida por las tribus de los pijaos, obligando a los Españoles a replegarse a la Ciudad de TIMANA. Finalmente en el sitio que ocupa actualmente, el 24 de Mayo de 1.612 se fundó por tercera vez la Ciudad de Neiva por Don DIEGO DE OPINA Y MEDINILLA, Capitán General y Alguacil Mayor.

Durante los largos siglos de la Colonia, la cultura en Neiva fue muy escasa. Quizás ello se debió al desfallecimiento pastoril que embargaba la región, pero surgió desde los comienzos una cultura popular mestiza con elementos traídos por los españoles, otros aportados por las comunidades indígenas, y con algunos rasgos de la cultura africana. Aunque el origen de la música y la danza del bambuco no ha podido ser plenamente establecido, existen indicios de que habría surgido dentro de lo que era el territorio de la antigua provincia de Neiva. Pero lo que sí es evidente es que el aire del rajaleña -una de las formas del bambuco- es genuinamente autóctono, como lo es también la forma del bambuco fiestero que surgió dentro de la región.
Las festividades de San Juan y Sampedro llegaron con los españoles y se mestizaron con la cultura aborigen, hasta alcanzar la prestancia de máxima expresión de la cultura popular de la antigua provincia de Neiva, que luego fue repartida entre los actuales departamentos del Huila y el Tolima.
La cultura neivana tomó fuerza a partir de la segunda década del siglo XX. Parte del despertar cultural en el siglo XX fue la creación de la Academia Huilense de Historia, y el establecimiento de la Imprenta Departamental. De ahí en adelante, sobre todo a partir de la década de 1960, Neiva ha registrado un interesante fenómeno de creación cultural e intelectual en los campos de la literatura las artes plásticas, la música, el periodismo, la historia, las artes escénicas, la pedagogía y la jurisprudencia.
Otro aspecto importante es el aspecto económico, en el cual se ven las siguientes Actividades económicas: En la zona rural se destacan la producción intensiva de cacao, café, plátano, arroz, fríjol, maíz, sorgo, yuca, arveja y frutales; el desarrollo de la ganadería vacuna para cría, levante ceba y la explotación del petróleo y de minas de oro, plata, caliza, mármol y cobre.

En la zona urbana del municipio de Neiva Huila la actividad industrial se centra en la agroindustria en la producción de elementos para la construcción, alimentos, jabones y bebidas; la fabricación de carrocerías y el metal mecánica; así como la producción de tejidos y artesanías. Además son sobresalientes los servicios prestados por los sectores financiero, de la salud y de la educación superior.
Ahora bien, conociendo ya la historia de nuestra capital, su trayecto, su origen, su cultura, su economía, entre otros; podemos concluir que Neiva ha pasado por indeterminadas situaciones que ha tenido que afrontar, para así llegar a lo q es hoy; viendo el trayecto histórico se ha demostrado que nuestra ciudad como cualquier otra es una ciudad de proyectos, de visiones, de cosas que la han hecho o la han obligado a que cada día enfrente un cambio para el desarrollo y así brindarnos un mejor futuro.

Neiva como ciudad de proyección y desarrollo debe tener una visión, cual es esa visión?.  Neiva,  se convertirá en una ciudad de oportunidades, bien gobernada y participativa, donde la cultura ciudadana sea factor de convivencia y bienestar, con ciudadanos felices, con niños y niñas gozando de sus derechos, con una infraestructura orientada al desarrollo humano y económico, y sin ningún tipo de discriminación social. Todo esto guiado por ciertos valores: Honestidad, Respeto, Vocación de Servicio, Transparencia, Solidaridad, Tolerancia y Equidad; y principios: Unidad, Liderazgo, Participación, Trabajo en equipo, Capacidad de gestión, Conocimiento de la realidad (Investigación), Contacto con la comunidad y sectores sociales, Lucha frontal contra la corrupción, Sintonía con la opinión pública, Profesionalismo, Convivencia[6].
Como neivanos, orgullosos de lo que somos, que amamos nuestra ciudad, que vemos en ella nuestro futuro, que estamos arraigados por nuestras costumbres que son únicas, y que nos hacen ver como una cultura reconocida; pensamos que nuestra ciudad tiene muchos aspectos que nos hacen sentir orgullosos y engrandecidos entre los cuales son destacables las fiestas y ferias ya que  la ciudad es sede anual del Festival Folclórico, Reinado Nacional del Bambuco y Muestra Internacional del Folclore, que fue declarado patrimonio Cultural de la Nación por parte del gobierno colombiano y se realiza durante las celebraciones de las fiestas de San Pedro y San Pablo, durante el mes de Junio, son de diez a quince días de fiestas. Durante este festival se realizan desfiles, comparsas y muestras que engalanan las festividades.
El Festival Folclórico, Reinado Nacional del Bambuco y Muestra Internacional del Folclor es considerado por la Red Nacional de Festivales Folclóricos de Colombia cono uno de los mejores organizados, al que solamente pueden asistir grupos de reconocida trayectoria artística. Para el Departamento de Huila y para Colombia, es de vital importancia continuar realizando el Festival, que además de mostrar la región como creadora de manifestaciones culturales, hacen que el huilense se sienta orgulloso de su tierra y se comprometa cada vez más con ella[7].
 En su cumpleaños número 400 se constituye como una ciudad de desarrollo.
Neiva viene presentando un crecimiento demográfico año tras año. La actividad comercial y el sector de los servicios también experimentan un crecimiento importante, porque han hecho posible que la ciudad, que 20 años atrás apenas llegaba a los 150.000 habitantes, hoy, supere los
481.159 habitantes[8].
La constante evolución en el número de servicios, comercios, viviendas, y grandes obras que se proyectan como la construcción de 5.000 viviendas del macro proyecto Bosques de San Luis, el Parque Nacional Islas de Aventura y la Circunvalar de Oriente suponen para la capital opita un crecimiento y desarrollo sin precedentes.
Se han fijado cuatro ejes estratégicos que pasan por lograr hacer de Neiva, una ciudad de calidad, integrada y conectada; una ciudad atractiva; una ciudad del conocimiento y la innovación; y una ciudad de las personas. Todos estos aspectos enmarcados en programas ambiciosos que buscan posicionar a Neiva como polo del desarrollo a nivel surcolombiano.

En Neiva a lo largo de los años los diferentes líderes políticos tanto de administraciones municipales y gubernamentales han tratado que la capital del departamento del Huila sea una ciudad de tamaño medio concienciada en educar, atraer y retener recursos humanos altamente cualificados; que esté implicada en la cohesión y el equilibrio social, sensible al medio ambiente; constituida en enclave estratégico, más conocida y valorada en el exterior y con el dominio del trinomio "cultura-educación-economía".

En definitiva una ciudad moderna que avanza decididamente sin dejar de mirar al pasado para aprender de su historia. Estas acciones en el marco de los 400 años de fundación de la capital del Huila, hace parte de un plan estratégico de la Alcaldía de Neiva para promocionarla como ciudad turística y cultural de Colombia.

Viendo tantos aspectos hermosos por así decirse y relevantes de nuestra ciudad, no hay q negar que no todo es perfecto; Neiva actualmente posee problemas internos graves, los cuales aquejan a la comunidad, y tal vez se muestra la otra cara de la ciudad pujante; entre ellos está la inseguridad, la cual diría yo es uno de los mayores problemas, que hoy día ha causado centenares de víctimas, Raponazos, robo a mano armada, secuestro, extorsión, homicidios, son el pan de cada día en Neiva. Y es la corrupción que genera pobreza, el desempleo, la falta de conciencia ciudadana y la falta de oportunidades, los factores de la inseguridad; para ello es necesario implementar un control de la seguridad que incluye muchos aspectos para solucionarla, no solamente incrementar la Fuerza Pública; hay que dotar mejor a las instituciones, como los jueces de paz, y las casa de conciliación.; e implementar la conciencia y la cultura ciudadana. A pesar de los problemas q se ven en nuestra ciudad como en cualquier otra, tenemos que ser más emprendedores, optimistas y crear visiones claras de nuestra ciudad, para no decaer en cada uno de las fallas que se presentan a diario.

Orgullosos como nos sentimos de ser de Neiva, soñamos con tener una sociedad más competitiva, mejor en infraestructura y en mejores condiciones ambientales, sociales, seguridad y económicas; en fin, una cantidad de elementos importantes donde siempre hemos considerado que los 400 años debe ser un motivo para nosotros realizar una transformación de la ciudad. Queda una ventana abierta para que  la ciudadanía, se involucraran en el tema, participando y dando lo mejor de cada uno para resaltar en un futuro.

En conclusión, teniendo unas perspectivas firmes de Neiva, creería que todos los neivanos emprendedores tendríamos en común que vemos a Neiva como una ciudad de visiones y proyectos.  Neiva capital verde, pero de tanta corrupción, tenemos que luchar contra eso, para no opacar lo que realmente nos destaca. Que cada uno de nosotros cuente con la voluntad social de hacerlo y de sostenerla; por último, nada de esto sería posible sin un buen gobernante, que lleve y conduzca o dirija a cada ciudadano con buenas ideas, principios y valores, que sepa que lo primero es el municipio, sus costumbres y su historia.






BIBLIOGRAFIA



[1]ACADEMIA HUILENSE DE HISTORIA, “MEMORIAS”, (NEIVA, MAYO DE 2005), PAG. 314.
[2] IBIDEM, PAG 315.
[3] IBIDEM, PAG 316.
[4] IBIDEM, PAG 318
[5] IBIDEM, PAG 322.
[6] Alcaldía de Neiva, “Neiva, VISION”
[7] Festival Folclórico, Reinado Nacional del Bambuco y Muestra Internacional del Folclor
[8] Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE. «DANE: Proyecciones de Población departamentales y municipales por área 2005 - 2020».

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